Son ya muchos años defendiendo, desde un punto de vista de rentabilidad empresarial, que, y en cierto tipo de puestos de trabajo, el someter a un prosional a un horario laboral estricto, e incluso no estricto, es poco productivo y poco rentable. Y claro, no pocas discusiones he tenido con ciertos "profesionales", empresarios y "expertos" en relaciones laborales. Y es que cuando una empresa pide innovación, y sobre todo en España, pocas son las que se atreven a sacar los pies de la economía tradicional. Claro, hasta que, cual mono que ve a otro usar un palo, ve que otras empresas obtienen rentabilidad y "se dan cuenta" de que sus competidores son más innovadores.
Y es que las empresas están llenas de trabajadores y directivos que proponen ideas innovadoras y que quedan la papelera o en carpeta olvidada, ya sean estas materiales o virtuales.
Me explico.
Si hablamos de puestos de trabajo tipo cadena de producción o de relación con el cliente-proveedor, es evidente que se requiere un horario. En el primer caso por un asunto de coordinación del trabajo manual, y en el segundo por deferencia al destinatario.
En cambio, los puestos que no requieren de lo anterior, el horario no es más que una forma, si me lo permitís, estúpida de control a cambio de un salario, y desde luego la mejor oportunidad de promoción que tienen los pelotas y los incompentes.
Y es que donde hay horario, debería de haber cumplimiento de objetivos.
Ejemplos...
Un empresario se enfada porque ve al administrativo que realiza las nóminas de los trabajadores tomando un café y charlando con un compañero. Este empresario, evidentemente, está tomando como actual la arcaica idea de "tiempo = oro". El resultado es una mala impresión del empresario y posiblemente una reprimenda.
Claro que en ningún momento el empresario ha valorado que ese trabajador tiene siempre sus tareas a tiempo, que su índice de errores es el más bajo de la empresa y que encima crea un entorno laboral por su relación amistosa con los compañeros óptima, mejorando así el ambiente laboral y por tanto la productividad. En cambio, se lleva la "bronca" por "perder 10 minutos" de trabajo.
Por otro lado, el compañero del trabajador anterior, no se levanta de la mesa de trabajo para tomar café, aunque sea olvidadizo en sus tareas y, el anterior (si, al que han "abroncado") tenga que ayudarle en más de una ocasión para terminar el trabajo.
Hace ya dos años que se ha instaurado en España la ley anti-tabaco, y que prohibe fumar en el interior de las empresas, y explícitamente, que éstas habiliten un lugar en el interior para esta labor.
Conforme pasa el tiempo, es mayor el malestar por los fumadores que se toman su tiempo para saciar su "necesidad" (recordemos que el tabaco es adictivo) de nicotina y otras sustancias (por cierto no declaradas a la sanidad pública) que éste contiene. Volvemos a ... la pérdida de tiempo.
Pero que sucede si el fumador rinde menos cuando tiene el mono y la solución son 5 minutos cada hora? Y qué sucede si encima el fumador en cuestión, con su dosis de nicotina, da la casualidad que rinde mucho más que otros compañeros que "no se levantan de su silla"? Tendriamos que poner una máquina de fichar también en los aseos? Lo que es yo, suelo ir ya "cagado" de casa.
Es como si la idea fuera que el salario es a cambio del tiempo del trabajador en un horario determinado, y no por el resultado (y por tanto productividad) que éste proporciona a la empresa. Y esa idea que no dudo fuese aplicada en tiempos antiguos, dudo que pueda mantenerse por sí sóla en el segundo milenio d.c.
Pero claro, no olvidemos que muchos de los defensores de la idea "tiempo = oro" no dejan de ser unos incompetentes. Defensores que tienen 10 licenciaturas, aunque estás no tengan ninguna o escasa relación con sus funciones laborales. Defensores que sólo bajo ese concepto que defienden pueden ocultar su incapacidad de análisis, orden y organización de proyectos.
Porque claro está... para trabajar con objetivos, hay que tenerlos. Para exigir responsabilidades, hay que darlas. Y para que un puesto sea productivo, hay que estudiar la rentabilidad del mismo y definir claramente las funciones, incluso cuando estas sean decenas o centenas. Pero eso requiere... trabajar, y pensar... aunque se piense tomando un café o fumando en la puerta de la empresa.
Innovar es adelantarse. Pero para innovar hay que currar, y para los puestos de los que hablo, currar es en un gran tanto por ciento pensar. Y seamos francos, no todos están donde están precisamente por pensar. Eso sí, posiblemente no levantaban la mirada de su pantalla informática (aunque fuese por una conversación personal por messenger o viendo un "pogüerpoin"), y llegaban los primeros al curro y se iban los últimos, más que nada porque si no se iban los últimos el jefe o empresario de turno no podría ver sus "méritos".
El horario laboral es beneficioso. Beneficioso para los pelotas y para los que no son capaces de organizar su trabajo. Beneficioso para los que no ven que el trabajador, e insisto siempre que el puesto lo permita, rendirá más sin presión insana. Beneficioso para los que llaman improvisar a su falta de predicción, y urgencias a sus despistes, perezas o carencias.
El horario laboral es beneficioso para los que no son capaces de preparar una reunión con tiempo, sabiendo de qué se va a hablar y con quién. Beneficioso para los que hacen reuniones para aclarar sus ideas en vez de ir con unas premisas que poner encima de la mesa. Beneficioso para los que hacen estas reuniones porque no estudiaron mecanografía y no saben enviar un informe previo a todos los convocados.
Si, el horario laboral, la filosofía de "tiempo = oro", es beneficioso para esos único mérito que ofrecer es salir más tarde del trabajo.
Y cuidado, que no sólo hablo con lo de "esos" hacia empresarios o directivos, si no también hacia trabajadores. Porque sin horario laboral, sólo los buenos profesionales, los que cumplen con sus responsabilidades, los que en las ideas que dan normalmente ellos también son partícipes con su trabajo y no con balones fuera, sólo esos... permanecerían.
Afortunadamente existe el horario laboral, y "esos", sus defensores, tienen cabida en nuestras "tradicionalmente innovadoras" empresas.
Motivación, responsabiliad, productividad, rentabilidad... chorradas... Viva el horario laboral!!!!
Nota adicional:
Recorando las clases de lógica del desaparecido 2º de BUP...
Si tiempo = oro... entonces... horario laboral = desconfianza metálica.
* Eliminado por ser una estupidez
+Información:
Flexibilidad en la jornada laboral
Flexibilidad laboral: El nuevo modelo social
Los salarios e incientivos son necesarios para retener a los empleados
Retener talentos y experiencias de multinacionales sobre horarios
Calidad Laboral
No hay comentarios:
Publicar un comentario