viernes, 26 de octubre de 2007

La Mala Educación (Vial)

Desde pequeño siempre he pensado que es más útil informar que prohibir. La naturaleza humana es como es, y la ciudadanía, si algo tiene, es que es humana.


Los humanos pensamos. Es lo que tenemos. Y lo que nos parece justo lo respetamos, y lo que nos parece absurdo o excesivo no.


En las carreteras españolas nos encontramos con señales de tráfico (muchas y concentradas a mi parecer) que en muchos casos exceden la lógica de la circulación. No obstante, es relativamente normal que entre conductores de una zona se diga esa frase de: "es que a esa velocidad vas parado y lo único que haces es entorpecer", o esa otra de: "... ir a esa velocidad tan lenta es hasta peligroso".


Muchos son los tramos que por ser puntos negros se opta por la solución de reducir la velocidad permitida (prohibición). Y los conductores que, normalmente por trabajo, circulan por esas vías a menudo suelen, al final, respetar esa limitación únicamente ante la presencia de las autoridades o mecanismos similares.


Con la aparición de los radares fijos, es cuanto menos curioso, el "surgir" de los avisadores de radares, totalmente legales.


¿Qué se consigue con todo esto? Maleducar.


Si vas por ciertos tramos limitados a 60 kms/hora y el resto de los conductores van más rápido, te pitan o te dan las luces, terminas por ir a más velocidad. El resultado mental es ignorar con seriedad las señales de limitación de velocidad. Y no sólo las de 60, si no el resto, incluida la limitación de 120 de las autovías y autopistas que escasamente alguien cumple.


Si ves un tramo en obras que te limita a 40kms/hora, y pasas y no hay obras ni nada lo que sucederá será que dejarás de hacer caso a esa señal que ya nada te aporta.


¿La sensación del conductor? Saber más que lo que las señales indican.


No se puede educar "porque sí". Como decía al principio, los conductores son humanos, y como tales, llegan a sus propias conclusiones.


La DGT o sus asesores, olvidan unas estupendas señales azules que recomiendan pero no prohiben. Y si recomiendas con sentido común, y prohibes de igual manera, quizá, con algo de tiempo, los conductores volvamos a confiar en las señales, y por tanto respetarlas.


Si con el parque de automóviles actual y la situación de nuestras autovías y autopistas resulta casi ilógico la limitación de 120kms/hora y la actitud de los conductores es de ir a 140kms, ¿porqué no, al menos, poner la limitación a 130 kms? Yo personalmente la pondría a 140kms, y dejar en cada uno la responsabilidad de saber que tipo de coche y experiencia posee.


No obstante, la gente ya va a esa velocidad. Y ante los que dicen que si se sube la limitación la gente irá aún más rápido creo que olvidan que los conductores, nuevamente, somos humanos, y que sabemos hasta donde podemos y no podemos llegar. Y los que no lo saben... ya abusan en la actualidad.


Apelar a la inteligencia y a la HUMANIDAD de los conductores creo que sería una mejor forma de educar y de conseguir lo que tanta prohibición no consigue.


Usar más señales de recomendación de velocidad en las zonas que alguien sin experiencia en esa zona podría tener un problema, o señalizar los puntos negros por su peligrosidad, sería una buena forma de no considerar como auténticos estúpidos a los conductores.


¿Prohibir? También claro, pero no como medio de información, si no como medio de evitar la temeridad.


¿Que quíen dice que es y que no es temeridad (peligrosidad para otros)? Por favor, que somos humanos!

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