Uno de los sueños que muchos perseguimos, y que realmente hacen difícil la realidad de un robot humanoide, más que el movimiento y la parte técnica, es una inteligencia artificial casi-humana.
La dificultad de la inteligencia artificial radica en la subjetividad que el ser humano posee. La capacidad cognitiva subjetiva, es lo que hace tener un lenguaje fluido, y el entendimiento de un lenguaje y una visión "real", y esa... es una dificultad inmensa en cuanto a lo que inteligencia artificial se refiere.
Pero al margen de eso, si pensamos en un ser robótico, muchos también imaginamos que tuviesen cierta capacidad de sentimientos.
Esto, en la inteligencia artificial, se realiza con escalas de emociones. Explicado de forma simple...
Imaginemos 3 ejes, X, Y, Z. Uno de los ejes podría ser el grado de felicidad. Otro, el grado de tristeza, y otro el grado de ira.
Recibir una sonrisa, sumaría un punto al grado de felicidad. Una palabra amable, sumaría otro punto. Conseguir un objetivo, sumaría 10 puntos. Y así... con diferentes situaciones, y para que el tiempo, eje central del pensamiento humano, hiciese su función, cada hora restaría 0.1 punto de felicidad.
Una mala mirada, sumaría un punto de ira, si viene de un desconocido, y/o un punto de tristeza si viene del entorno conocido. Un insulto, 2 puntos de ira, y así con diferentes situaciones. Cada hora, se restaría 0.1 punto de ira.
Cada hora sin el entorno conocido, sumaría 0.1 punto de tristeza. Cada hora con el entorno conocido, sumaría 0.1 punto de felicidad.
Como ejemplo simple, creo que es explícito.
¿Cuál sería el estado mental en cuanto a sensaciones se refiere? La suma de cada eje, teniendo en cuenta que 0 es la apatía.
Y cuantos más ejes tengamos, más real el resultado. Y variando los valores de las situaciones, obtendremos la personalidad de esa mente. E incluso, dependiendo del estado global, los valores de las situaciones se dividirán o multiplicarán. O como lo cotidiano, restaría valor de suma a ciertas situaciones.
Esto, tan aparentemente técnico, no es más que una forma de entender como la mente humana (y de muchos animales) se comporta ante las diferentes situaciones; e incluso nos puede hacer entender a nosotros mismos el porqué de nuestras reacciones.
Y es que, el sueño, al final, es crear un ser a nuestra imagen y semejanza. Eso sí, que nos sirva, que nos proteja... un ser nacido para ser nuestro esclavo. Sin alma... al menos, en principio.
Porque... ¿cuánto tardaríamos en dejar de pensar que son sólo máquinas, cuando logremos que aprendan y desarrollen sus emociones?
Y si llegamos a un punto tal que nuestra propia programación, imitando el funcionamiento de nuestra mente, hiciese que aprendiesen y evolucionasen.... ¿no nos picaría la curiosidad de dejarlos solos, en algún lugar, para que inter-actuasen entre ellos, sin nuestra presencia pero con nuestra vigilancia, para ver como evolucionan?
En algún lugar cerrado... o ¿en otro planeta que encontremos para ellos?
¿Seremos nosotros ... robots?
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